Causas y síntomas de los trastornos de ansiedad

Si bien la ansiedad ocasional es un aspecto normal de la vida, la ansiedad prolongada en realidad se considera un trastorno. Existen varios trastornos de ansiedad, cada uno con sus propios síntomas y causas. Con tantos tipos diferentes de ansiedad y cada uno afecta a las personas de manera diferente, se pueden emplear una variedad de enfoques de tratamiento para ayudar a combatir la afección. Aunque cada caso requiere un plan de tratamiento individualizado, existen algunos puntos en común entre los enfoques que tienden a beneficiar a la mayoría de los pacientes con ansiedad.


¿Son lo mismo el estrés y la ansiedad?

Los términos ansiedad y estrés a menudo se usan indistintamente y, aunque hay cierta superposición entre los dos, también tienen una serie de diferencias clave. Comprender las formas en que la ansiedad difiere del estrés es esencial para tratar la afección de manera efectiva.

Primero, consideremos cómo el estrés y la ansiedad son similares. Ambas son experiencias emocionales negativas que pueden causar una gran cantidad de síntomas mentales y físicos desagradables, como el agotamiento de la energía, la irritabilidad y los trastornos del sueño. Además, el estrés y la ansiedad están relacionados con el estrés recurrente que a menudo se transforma en un trastorno de ansiedad.

Sin embargo, la diferencia clave entre el estrés y la ansiedad es que, si bien el estrés es generalmente una reacción a corto plazo a una condición aislada y exterior, la ansiedad es una enfermedad mental sostenida que continúa persistiendo incluso después de que la amenaza haya desaparecido. Por supuesto, el estrés también puede persistir durante un largo período de tiempo, y se conoce como "estrés crónico". Por lo tanto, es fundamental comprender otra diferencia importante entre las dos condiciones. Si bien el estrés generalmente es el resultado de presiones externas, la ansiedad generalmente se manifiesta internamente.

Además, las personas que sufren de estrés y ansiedad tienden a describir los efectos de las condiciones como algo diferente. El estrés se ha descrito como un sentimiento de inmensa presión mental o emocional, mientras que la ansiedad se caracteriza por malestar general, preocupación o miedo. Si te sientes nervioso sin poder identificar una causa específica versus, por ejemplo, problemas relacionados con el trabajo o problemas familiares, lo más probable es que tengas ansiedad.

Con esto en mente, pasemos a explorar los diferentes tipos de trastornos de ansiedad.


Trastorno de ansiedad generalizada.

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación excesiva sostenida durante un período de seis meses o más. La ansiedad puede afectar la vida social y el rendimiento laboral de un individuo y puede estar acompañada de tensión muscular, dificultad para concentrarse, problemas para dormir, fatiga, sentirse inquieto o nervioso y, más comúnmente, aprensión.


Trastorno de pánico.

Si bien una persona con trastorno de pánico puede sufrir síntomas similares a los observados en el TAG, también experimentan ataques episódicos. Estos ataques de pánico se producen abruptamente, causando un miedo inmenso. Pueden ser activados por un objeto o situación específicos o pueden suceder inesperadamente. Los ataques de pánico crean sentimientos de fatalidad inminente, junto con síntomas físicos como temblor, sudoración, frecuencia cardíaca acelerada o palpitaciones cardíacas, y falta de aliento.


Trastornos relacionados con la fobia.

Una fobia es un miedo intenso a una situación u objeto específico. Si bien es natural temer ciertas circunstancias, una fobia es diferente en el sentido de que el miedo está desproporcionado con la probabilidad razonable de que una situación u objeto presente algún peligro. Un ejemplo es el trastorno de ansiedad social, anteriormente conocido como fobia social, en el que las personas temen a los entornos sociales o dan actuaciones. [3]


Desorden obsesivo compulsivo.

El trastorno obsesivo compulsivo, TOC, es un trastorno crónico en el cual un individuo tiene pensamientos (obsesiones) y comportamientos (compulsiones) incontrolables y repetitivos que interfieren con su vida cotidiana. Las obsesiones son pensamientos o impulsos recurrentes que causan angustia, ansiedad o asco. Las compulsiones son conductas repetitivas realizadas en respuesta a una obsesión para aliviar el estrés. Esto puede incluir la limpieza, la repetición, la verificación, el pedido y la organización, y las compulsiones mentales.


Algunos de los síntomas y signos comunes de ansiedad son:

  • Sentirse tenso, nervioso o inquieto.
  • Evitar los desencadenantes de ansiedad conocidos
  • Una sensación de pánico o fatalidad
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Hiperventilación
  • Sudor excesivo o temblor
  • Pensamientos acelerados; dificultad para controlar los miedos
  • Problemas gastrointestinales
  • Dificultad para dormir
  • Debilidad o cansancio
  • Dificultad para pensar en otra cosa que no sean preocupaciones actuales.

En conclusión:

La ansiedad y el estrés a menudo se usan indistintamente, aunque tienen numerosas diferencias. El estrés generalmente es a corto plazo, aunque los casos de estrés recurrente pueden volverse crónicos. La ansiedad se caracteriza por inquietud, preocupación o miedo y a menudo se manifiesta internamente.

Cenegenics entiende que, independientemente de cómo se manifieste su ansiedad, puede tener efectos perjudiciales para su salud a largo plazo, incluida la función del sistema inmunitario debilitado, un mayor riesgo de obesidad, ataque cardíaco y accidente cerebrovascular, pérdida de sueño y problemas con el control de peso. Los médicos de Cenegenics utilizan un enfoque integral para tratar su ansiedad, al mismo tiempo que abordan las posibles causas de la afección.


En Cenegenics contamos con profesionales que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida.



Deseas recibir nuestro ebook? *

*Campo obligatorio