Sexualidad y problemas hormonales

Dependiendo de su edad, los hombres pueden enfrentar diferentes problemas cuando se trata de los niveles de testosterona.

Imagina que enciendes la luz de tu cuarto y el foco emite muy poca intensidad. Hay dos posibles causas, el regulador de corriente está fallando o el foco ya no sirve.

Para los hombres más jóvenes –de 30, 40 e incluso de 50 años– el regulador tiende a ser el problema. En este caso, la glándula pituitaria se vuelve más lenta o deja de producir la hormona luteinizante (LH), ocasionando que los testículos no reciban la señal para producir testosterona.

Recetar suplementos de testosterona directos a estos pacientes usualmente se contraindica. Tal vez se sientan mejor, pero el problema se complica porque la testosterona añadida (en pacientes con LH bajo) apaga el mecanismo de biorretroalimentación, causando atrofia testicular. 

La terapia apropiada es estimular la LH, causando que los testículos produzcan más testosterona por su propia cuenta. Como resultado, los testículos se mantienen activos y los pacientes disfrutan más beneficios fisiológicos.

En los hombres mayores es al contrario. El problema no es el regulador, sino el foco, que necesita ser reemplazado. En este caso, la terapia hormonal restaura los niveles a la norma apropiada de acuerdo a su edad.

Y para algunos hombres, el regulador de intensidad y el foco son el problema.

Los programas personalizados de optimización hormonal de Cenegenics pueden revivir la sexualidad masculina. Todo comienza con una intensiva evaluación y termina con un paciente disfrutando una vida animada, una libido mejorada, más energía y mejor salud. 



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